James Seymour es un autor que ha viajado por más de 14 países y ha recopilado en su blog diferentes aspectos para tomar mejores fotografías de nuestros viajes.
El fotógrafo James Seymour ha publicado en su blog una guía con diferentes aspectos que deberíamos tener en cuenta si queremos tomar mejores fotografías de nuestros viajes. El autor ha viajado por más de 14 países, principalmente europeos, aunque también se encuentran algunos como Egipto y Filipinas.
Se trata de un fotógrafo nómada que ha desarrollado sus habilidades artísticas al mismo tiempo que viajaba por diferentes lugares. James vendió todas sus posesiones menos dos elementos: su cámara y un MacBook, de los cuales actualmente se sirve para desplazarse por todo el mundo mientras trabaja como asesor para nuevas empresas de tecnología.
El autor compartió una serie de consejos para que el resto de personas puedan ser también partícipes de las técnicas que especialmente se deben potenciar cuando nos desplazamos de nuestra propia ciudad. Algo que el autor ha aprendido a lo largo de su camino, basándose en las experiencias y situaciones vividas en sus viajes. Nosotros vamos a recopilar aquellas que nos resultan más interesantes.
La investigación
Según el fotógrafo, la investigación sobre un lugar es la clave para que terminemos logrando buenas imágenes. Así, incluso antes de llegar a un nuevo país debemos buscar información al respecto que nos pueda servir de inspiración para nuestras imágenes. Por Internet existen muchos artículos que nos indican las mejores fotografías de un lugar en concreto, pero si realmente queremos escapar de los estereotipos, no es demasiado aconsejable guiarse por ese tipo de consejos.
Si estamos buscando fotos más particulares, James señala que podemos acudir a páginas como 500px y buscar el pueblo o la ciudad de destino. Así, podremos comprobar cómo fotógrafos locales de gran talento han retratado diferentes partes de su ciudad. Además, esas imágenes en ocasiones incluyen etiquetas de geolocalización, algo que puede servirnos de gran ayuda para encontrar exactamente el lugar desde el que se tomó la fotografía.
No lleves la cámara
De entrada puede parecer una idea algo extraña y contradictoria, después de todo lo que pretendemos es tomar fotos. Pero James puntualiza el hecho de que a veces debemos sumergirnos totalmente en el entorno que vamos a fotografiar, disfrutando del viaje y simpatizando con las personas del lugar, sin ninguna preocupación por qué fotos deberíamos estar tomando en ese momento. Se trata de una primera toma de contacto con el lugar, que nos permite explorar los diferentes motivos que pueden ser objetos de nuestra imagen.
Así, podemos evaluar exactamente a qué hora puede ser adecuado tomar imágenes de una localización en concreto, o detectar los paisajes y edificios que pueden ser de especial relevancia para nosotros. Es una buena opción cuando tenemos la posibilidad de permanecer varios días en un lugar, ya que en ocasiones no siempre debemos ver el mundo a través de nuestro visor.
Se educado
Debemos tener en cuenta que existe una especie de temor generalizado cuando apuntamos a una persona con el objetivo de nuestra cámara. Esto provoca diferentes reacciones en función de la personalidad del individuo, algunos se enojan, a otros les asalta la timidez, o simplemente dejan de ser naturales. Esto es algo difícil de solucionar, hay que estar advertido sobre el hecho de que cada persona está desarrollando su vida de forma habitual hasta que llega un fotógrafo que aborda su círculo de intimidad.
Por esta razón, suele ser aconsejable establecer una primera toma de contacto, presentarnos y pedir educadamente la foto (preferiblemente en el idioma local). Si nos rechazan no existe ningún problema, lo único que debemos es seguir utilizando esta táctica hasta que finalmente alguien acceda. Esto nos permitirá obtener imágenes de un sujeto mucho más relajado, lo que inevitablemente se transmitirá en la naturalidad reflejada de nuestros retratos.
Lleva el equipo adecuado
En muchos blogs de fotografía destacan la importancia de tener una sola lente, ya que de lo contrario podríamos perder nuestra imagen mientras cambiamos de objetivo. Según James eso es un consejo erróneo, el autor apoya que si se pueden obtener mejores resultados al utilizar otro objetivo diferente, entonces debemos hacerlo.
El autor suele llevar consigo 3 tipos de objetivos (gran angular, 50mm y un zoom), los cuales utiliza en función del tipo de fotografía que desea realizar o dependiendo del lugar donde se encuentre. Aunque en ocasiones, tras evaluar exactamente qué imágenes vamos a tomar, también es conveniente hacer fotos únicamente llevando nuestra cámara con una lente acoplada, algo que ayuda a despojarse de nuestra mochila y abandonar el aspecto de turista.
Levántate temprano, acuéstate tarde
Puede ser un gran hándicap para aquellas personas más aficionadas a dormir, pero lo cierto es que las mejores fotografías se toman durante la salida y la puesta de sol. La luz presentada en esos instantes resulta única, los cuales nos darán una paleta de colores bastante particular en nuestra imagen.
Lo que popularmente se ha llamado como “la hora azul”, es un momento que supone un punto intermedio entre el crepúsculo del día y la noche. Algo que podemos fácilmente identificar gracias a los servicios meteorológicos, los cuales nos señalan exactamente el momento en el que el sol aparece o se oculta en el lugar donde nos encontramos.
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