Repasamos el estado de la mensajería instantánea y sus principales plataformas en 2015. Aunque no se ha movido demasiado el mercado, sí se están produciendo cambios en servicios que los producen en otros.
Hablar de las plataformas y aplicaciones de mensajería instantánea hoy en día es referirse al método más usado para comunicarnos en España y en Latinoamérica desde la explosión de las tiendas de aplicaciones móviles. Frente a un caduco modelo de llamadas telefónicas y de mensajes SMS, la mensajería instantánea comenzó a crecer exponencialmente con la popularización del smartphone y con la drástica reducción de las tarifas de datos.
La actual situación del mercado de la mensajería instantánea no se puede entender sin la explicación que dio hace unos meses mi compañero Íñigo Merino: el éxito de WhatsApp se explica con la teoría del bar lleno. Los usuarios van hacia donde saben que la gente está. No sólo eso, las plataformas móviles no triunfan si no conforman ese bar. Le pasó a Windows Phone en sus principios, y le ha pasado a Firefox OS, que sigue sin cliente de WhatsApp.
En este gráfico actualizado de @SomosPostPC vemos el estado actual de los usuarios de las principales plataformas de mensajería instantánea y redes sociales.
Aunque no se haya movido demasiado el mercado, sí lo van haciendo las plataformas en sí, y con sus cambios van produciéndolos a su vez en la competencia, por ello es interesante repasar el estado actual de las plataformas.
Facebook Messenger
Comenzamos por la que probablemente poca gente reconozca usar, pero cuenta con 600 millones de usuario activos. Facebook transformó su chat para convertirlo en una aplicación más cómoda para todos aquellos usuarios que fueran intensivos con el chat. Después de eso Facebook tomó la polémica decisión de convertir a Messenger en una aplicación independiente, que ya no era accesible desde la principal. Quizá sea la plataforma cuyo futuro me intriga más, por el paso que ha dado Facebook a convertirla en plataforma, que yo considero el futuro de la mensajería.
Por lo demás, es un servicio bastante completo dentro de su categoría: cuenta con llamadas VoIP (según Zuckerberg cuenta con el 10% de cuota del mercado de llamadas sobre IP), cliente web (desde la web de Facebook) envío y recepción de audios, fotos y vídeos, grupos. No soy usuario de su aplicación, por los problemas de consumo que siguen teniendo sus aplicaciones en Android, pero las burbujas de su interfaz me parecen una gran apuesta.
Blackberry Messenger (BBM)
Blackberry Messenger ha sido siempre el servicio de mensajería instantáneo por excelencia. Nacido en 2005, su uso era altísimo en Estados Unidos y en Latinoamérica antes de la explosión de los smartphones modernos. Desde sus inicios, se trataba de un servicio muy rápido para las conexiones de la época, y sobre todo, muy seguro por su encriptación. La explicación a que en la actualidad tan sólo cuente con 91 millones de usuarios se debe a que durante demasiado tiempo fue exclusivo para teléfonos Blackbbery, no abriéndose al resto de plataformas hasta 2013, cuando WhatsApp ya era una institución.
Se puede decir por ello que BBM ha sido la Nokia o la propia Blackberry de la mensajería. Pese a tener grandísimos argumentos, no supieron ver a tiempo que el futuro era multiplataforma. Actualmente cuenta con todas las funciones que le podemos exigir, incluso llamadas de vídeo y envío de archivos, pero por desgracia no cuenta con cliente web. Pese a funcionar muy bien, no se espera que crezca.
LINE
LINE fue otra de las grandes esperanzas cuando WhatsApp aún era lo suficientemente débil como plantearle guerra, le superó en ciertas cosas, y en buena medida triunfó en Asia. En Europa y en Latinoamérica, tras un boom inicial decreció bastante su uso. Sin embargo, a LINE hay que reconocerle haber popularizado los stickers (su modelo de negocio), hasta el punto de llevarlos a otras plataformas como Facebook Messenger o Telegram. Hasta su nacimiento, sólo se usaban emociones simples, y ese es su gran logro.
Por lo demás, muchos deseamos en su momento que se impusiera, por su aplicación de escritorio, sus llamadas, y sus funciones como marcar los mensajes como leídos. En la actualidad es más una plataforma de aplicaciones y servicios que un cliente de mensajería en sí, y hace poco adquirieron el antiguo Nokia MixRadio. Además son bastante rentables.
Telegram
Telegram es una creación de Pavel Durov, fundador de VK, la red social rusa, que además es la más grande de Europa. Se hizo popular en círculos geek, y tras un par de caídas de la red WhatsApp su uso comenzó a extenderse a todo el público, aunque como le ocurrió a LINE, sus usuarios activos se han estancado bastante, salvo en territorios con problemas con WhatsApp, como hemos visto en Brasil. Aunque prácticamente nació clonando a WhatsApp en casi todo (tampoco hay mucho donde innovar para hacer una aplicación sencilla), ha dado muchos pasos propios que le diferencian.
Por ejemplo, Telegram tiene desde el inicio aplicaciones de escritorio que reproducen a la perfección la experiencia de las móviles, y lo mejor de todo, su cliente web es totalmente independiente del móvil, lo que (salvo en el momento de autenticar por primera vez) me hace salir sin el teléfono algunas veces cuando voy a sitios con internet. Otro aspecto que me encanta es que toda la información e historial se encuentra en Internet, por lo que guarda todas las conversaciones sin límite, y lo mejor de todo, con la capacidad de ser encontrado con su buscador. Su modo envío de archivos sin compresión (hasta 1.5 GB) hace que, con las personas que lo usan, haya dejado de enviar fotos por mail. Para personas que se preocupen por la seguridad, decir que desde sus comienzos ha sido un referente. Es un servicio que crece dentro de un nicho, pero fuera de él se encuentra estancado en unos 50 millones de usuarios.
Como decíamos al principio, el rey absoluto de la categoría. Desde WhatsApp, aunque al principio naciera sólo para iPhone, supieron ver cómo en ninguna otra empresa que el futuro de la mensajería instantánea no pasaba por una única plataforma, sino en dar soporte a todas las mayoritarias. Así, como también apuntábamos, algunas plataformas como Firefox OS o Bada en su día no han conseguido despegar debido a que sus usuarios potenciales, intensivos en mensajería, no podían instalar la aplicación necesaria para comunicarse con sus familiares y amigos.
De WhatsApp siempre hemos criticado el atraso de funciones que sufría al lado de las otras opciones que hemos repasado, pero parece que 2015 es el año del cambio, añadiendo gradualmente las llamadas, y finalmente, el servicio WhatsApp Web, aunque su implementación haya dejado que desear si la comparamos con la de Telegram o LINE. También es notable su lentitud a la hora de actualizar su interfaz y funciones a cambios del sistema. En Android aún no cuenta con interfaz Material Design, y en iOS ocurre lo mismo con la extensión para iOS 8, muchos meses después de su lanzamiento. La mejor noticia para los usuarios de WhatsApp, probablemente sea que Facebook de momento no ha cambiado nada en su esencia. Su base de usuarios sigue creciendo mundialmente, y su futuro es brillante, aunque no se logre monetizar.
Conclusiones
En tan sólo un año el mercado de la mensajería instantánea ha obligado a WhatsApp, su líder, a traer dos funciones ya existentes en sus competidores, pese a que seguía creciendo a gran ritmo y la mayoría de sus usuarios nunca han sido exigentes demandando funciones. A corto plazo no parece que las tornas vayan a cambiar, y sólo a largo plazo parece que el modelo podría cambiar hacia una propuesta más compleja como la de Facebook, LINE o Wechat. Existen desde mi punto de vista mejores alternativas, pero WhatsApp tiene la base de usuarios, el respaldo de Facebook, y sus usuarios son felices. No hay más.
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