El Comisario Almunia ha confirmado que la Comisión Europea está investigando a Google por supuesta posición de abuso de mercado con Android, de forma separada al expediente que le va a costar una buena sanción a la compañía.
Se acumulan las malas noticias en Europa para la compañía del buscador, puesto que además del expediente sancionador que ya está en marcha, y con una multa que podría ser histórica, la Comisión Europea ha abierto una investigación a la compañía por supuesto abuso de posición dominante en el mercado con Android debido a que supuestamente Google, aprovechándose de esta posición, fuerza a los fabricantes a instalar cada vez más aplicaciones en sus terminales a cambio de poder estar certificados por la compañía y sujetos a sus servicios.
En este sentido, visto que el mandato de Almunia como Comisario termina a finales de octubre, será su sucesora, la danesa Margrethe Vestager, la que se encargue de continuar con esta investigación a Google y a Android, que se basa en una supuesta posición dominante atribuida a un abuso de mercado en el marco del artículo 102 del Tratado de la Unión Europea:
Será incompatible con el mercado interior y quedará prohibida, en la medida en que pueda afectar al comercio entre los Estados miembros, la explotación abusiva, por parte de una o más empresas, de una posición dominante en el mercado interior o en una parte sustancial del mismo. - 102, Tratado de la Unión Europea
En ese sentido, parece que los tiros van por los condicionantes que impone Google a los fabricanes a la hora de licenciar el sistema y de cara a la inclusión de su tienda de aplicaciones, que obliga dichos fabricantes a instalar una serie de aplicaciones de Google (aunque estos ya tengan desarrolladas las propias, como en el caso de Samsung) con el fin de controlar la publicidad al mismo nivel del escritorio y no perder poder dentro de Android.
De momento no está muy claro que este sea un movimiento de abuso de mercado, puesto que desde hace ya bastante tiempo Google impone una serie de condicionantes aquellos fabricantes que quieran montar Android en sus terminales y hasta ahora no había sido un drama, pero parece que a la Comisión Europea no le gusta demasiado esto, y menos viendo las sanciones que en el paso les fueron impuestas a Microsoft por Internet Explorer.
No sabemos si en los próximos días o meses se darán más detalles de la investigación, pero una cosa está clara: Google se ha encontrado con un muro de piedra en sus operaciones en Europa, como en el pasado le ocurrió a Microsoft.
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