Porque nunca están de más, te damos cinco sencillos consejos para le des nueva vida a tu rutina de trabajo, y aumentes la cantidad de tareas logradas en el día.
La productividad , eso que todo el mundo busca alcanzar como si fuese el nirvana. De todas las medidas que puedes tomar para aumentar la cantidad de cosas que logras hacer todos los días, la más difícil puede ser simplemente tomar la decisión de hacerlas. Hay una cantidad de elementos enormes que influyen en la forma en la que tomamos decisiones y como esas decisiones afectan nuestra productividad al final.
Hoy no les vamos a recomendar herramientas de software, ni técnicas de organización, ni formas de organizar listas de tareas; sino a dar cinco consejos tan simples que parecen hasta tontos, pero no lo son. Son algunas cosas que suelo hacer con frecuencia cuando me fatigo mentalmente luego de pasar mucho rato frente al ordenador, o cuando no logro concentrarme en nada por más de 30 segundos. Cosas que cualquiera puede hacer, y que tienen resultados inmediatos. Otra prueba de que en los detalles más pequeños siempre puede haber mucho valor.
Cambiar tu escritorio
¿Qué es lo que más ves mientras trabajas? Salvo que realices trabajos manuales o de obrero, las probabilidades son de que sea la pantalla de un ordenador. Hemos llegado al punto de que trabajar es casi sinónimo de sentarnos frente a una PC medio día, y si no estamos en una oficina o en casa, de seguro estamos usando una tablet o un smartphone para buscar y anotar información de todo tipo. Refrescar la apariencia de esos dispositivos puede darte un respiro de aire fresco que en muchos casos te inyecta energía para seguir con tus labores.
Simplemente cambiar el fondo de escritorio por algo bonito y diferente a lo que llevas viendo hace semanas o meses, es suficiente para sentir que empiezas desde cero. Y, si eres más atrevido puedes pasarte por todas nuestras guías de personalización para varios sistemas.
Cambiar tu escritorio de verdad
Si cambiar el wallpaper te refresca la vista, podemos dar un paso más y cambiar nuestra área de trabajo completa. Mover el escritorio a otro lado, abrir otra ventana, colgar un cuadro, comprar una planta, o una figura de acción de Batman. **El ambiente que nos rodea afecta nuestra actitud, y mientras más cómodos nos sintamos, más productivos seremos*. No es lo mismo trabajar en un sótano con paredes sin pintura, una mesa rota y una silla incomoda; que hacerlo en un espacio decorado a nuestro gusto, con buena iluminación, con espacio suficiente para movernos a placer, con un clima fresco, y con algún adorno tonto que nos guste mirar.
Ver lo mismo todos los días por demasiado tiempo también puede ser agotador, por algo la gente redecora (usualmente por aburrimiento). No tienes que gastar una fortuna, ni contratar a un experto de la televisión, simplemente mover un poco las cosas de lugar y jugar con el espacio que tienes. Tu cuerpo y tu mente agradecerán el cambio.
Escuchar una buena lista de reproducción
La música es el mejor acompañante que podemos tener en casi todo momento, y si bien hay veces en las que necesitamos silencio para concentrarnos, hay otros en los que una buena canción puede inyectarnos un montón de energía. La música tiene un efecto impresionante sobre nuestras emociones, si armamos una buena lista de reproducción que nos mantenga de buen humor y con ganas de hacer cosas, vamos a lograr más.
Si necesitas mucha concentración para ciertas tareas, es una buena idea escuchar solo música instrumental. Si quieres inyectarte de energía es buena idea escuchar música algo movida. Y si lo que quieres es mejorar tu humor, lo mejor que puedes hacer es armarte un set con canciones que te encanten, que te sepas, o que te recuerden buenos momentos, así terminas cantando y te alegras en unos minutos sin darte cuenta.
Ponerte los audífonos
Primero porque si no estás solo, así no molestas a nadie. Creo que una de las cosas que más me incomoda en la vida es tener la sensación de estar incomodando a alguien más, y seamos honestos, nadie va a amar nuestra lista de reproducción tanto como nosotros. Además de esto colocarte un par de auriculares te da una sensación de aislamiento que te permite concentrarte mejor. A veces es tan importante el simple ritual que muchos olvidamos incluso, darle play a la música, y terminamos en silencio por mucho rato sin darnos cuenta. Se trata de irnos a nuestro lugar seguro y solitario, y de enviarle el mensaje de "no molestar" a los demás.
Silenciar todo lo demás
Esto es básicamente agarrar el móvil y ponerlo en modo avión. Las distracciones abundan, y si ya estás decidido a concentrarte de verdad y empezar tu ritual, no dejes que te interrumpan. Los auriculares no te protegen de ese led parpadeante, de la vibración, o de las notificaciones emergente en la pantalla de tu smartphone. Salvo que debas estar pendiente de alguna emergencia, lo mejor es silenciarlo todo. En los sistemas operativos móviles más modernos, puedes filtrar las notificaciones para solo recibir las más importantes, como solo llamadas de ciertos contactos que sean urgentes, eso sino quieres ir completamente en modo desconectado.
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