Es extremadamente difícil resumir en diez discos lo que consideramos la mejor música de 2014. Tantos estilos musicales, tantas bandas buenas, tantos álbumes que han salido durante el año que hacer la selección ha sido sumamente complicado. La selección fue hecha, como en otras recopilaciones de lo mejor de 2014, por algunos de los integrantes más melómanos de Hipertextual.
St Vincent: St. Vincent
Este fue el año en el que Annie Clark nos sorprendió a todos, tanto por su cuarto album como por su redefinición de lo que implica ser un icono musical en 2014. St. Vincent es un disco de letras inteligentes, melodías pegadizas y adictivas, con el balance idóneo entre perfección y rebeldía musical.
Clark se ha convertido en pocos años en uno de los mayores referentes femeninos del indie rock actual y sus discos no han parado de sonar durante todo 2014 en las oficinas de Hipertextual.
— Ariana Escobar
The War on Drugs: Lost in the Dream
Es absolutamente inevitable recordar a Bruce Springsteen cuando escuchas a The War on Drugs. Un hecho especialmente cierto en Lost in the Dream. Lo que Adam Granduciel ha hecho al sumergirse en sus demonios, sus depresiones y todos las malas experiencias que lo llevaron al componer las canciones da como resultado uno de los mejores discos del año.
No solo eso: la mezcla del sonido crudo de las guitarras y la batería combinado con fuertes dosis de sonidos sintetizados que funcionan como base del estado emocional a lo largo de cada una de las canciones crean un maravilloso balance que en mi opinión lo convierten en uno de los álbumes que definirán esta década.
— Eduardo Arcos
FKA twigs: LP1
Twigs editó su album debut LP1 en el 2014, sin embargo su esfuerzo se une como un ladrillo mas de esa extensa pero sólida construcción en el paisaje de la música donde una voz femenina apoyada con un poco más que su pureza, el valor de arriesgarse en el sonido y la base del Blues tradicional encuentran y canalizan las emociones que el resto del mundo comparte pero que nadie parece poder comunicar como ellas, atrapando de manera sonora al momento en la historia en el que se encuentran.
LP1 de Twigs (el FKA de su nombre se refiere a “Formerly known as…”) es una extraña mezcla sin edad ni género claros con referencias que pueden ser tan diversas como Cocteau Twins o Air Supply a quienes le debe casi en su totalidad el coro en “Two Weeks: qué hace un homenaje a “All Out Of Love” de ellos.
Como todo gran disco de la segunda década del siglo XXI, LP1 es un álbum que hay que escuchar en audífonos, dejarse llevar por él en un paseo por la ciudad y admirar como frente a nuestros ojos los autos y las multitudes poco a poco se detienen hasta moverse en cámara lenta elevando la cotidianidad a un nivel que solo puede ser reconocido como… “poético”. En una sola palabra. WOW!
— Erich Martino
Aphex Twin: Syro
Es difícil ser Richard David James, revolucionar la música electrónica en los 90s para años más tarde transmitir al menos de forma indirecta que no quieres saber nada de ese monstruo que creaste. Trece años más tarde Syro no es la revolución musical que todos esperábamos, es simplemente una continuación de lo que Aphex Twin hace mejor como Aphex Twin.
Syro es acerca de melodías, no acerca de volver a innovar toda una década nuevamente, es un Richard David James aceptando su lugar en la música y aparentemente disfrutando de componerla.
— Eduardo Arcos
Beck: Morning Phase
A pesar de que no es su mejor disco, Morning Phase demuestra que Beck todavía tiene ideas buenas bajo la manga (contar con los mismos músicos que en su aclamado Sea Change cuenta como una de ellas) y que es capaz de transmitir con sus composiciones. Después de unos años difíciles en su vida, el artista estadounidense ha compilado canciones llenas de nostalgia, melancolía y romances rotos que canaliza en un folk rock muy agradable de escuchar.
— César Muela
Caribou: Our Love
El amor, un tema bastante complejo que Dan Snaith nos trata de explicar de la manera más honesta que puede a través de su música. Esos momentos de regocijo, de pertenecer, de sentir como algo te carcome por dentro, de sufrimiento. Nadie pensaría que un disco de electrónica expresaría de muy buena forma estos sentimientos.
— Edmundo Hidalgo
Röyksopp & Robyn: Do it Again
En 2014 Röyksopp anunció que The Inevitable End sería el último álbum que lanzarían. Que creen que el formato está cansado y vivimos en épocas donde tiene más valor lanzar canciones o buscar nuevos formatos para "agrupar" música. Lo curioso es que la banda ya había realizado su primer experimento meses antes con Do it Again , su colaboración junto a Robyn, un EP que en mi opinión condensa y resume lo mejor de la banda como de la cantante.
Si el final de Röyksopp como grupo que lanza discos les permite crear material como este, ¡bienvenido sea!
— Eduardo Arcos
Run the Jewels: Run the Jewels 2
Una colaboración de El-P y Killer Mike, fruto de una larga trayectoria, que se nota en las letras y producción. Por momentos son agresivos e insultan de la manera más vulgar, y por otros te dicen las cosas que muchos pensamos acerca de la sociedad y la política, pero que no queremos hablar en público para no herir suceptibilidades.
— Edmundo Hidalgo
How to Dress Well: What Is This Heart?
Tom Krell, el artista detrás de How To Dress Well, decidió sacar a relucir de verdad su voz en What Is This Heart?. Y eso lo cambia todo en su música. Un proyecto que mezcla R&B, soul y canción de autor necesita calidez, y eso es lo que consigue el nuevo tratamiento vocal. Sigue habiendo capas de efectos y estructuras atípicas para canciones con melodías comerciales, pero ahora se aprecia un toque más humano, más cercano. Con este tercer álbum, Tom quiere expresar mucho más y, paradójicamente, lo logra siendo mucho más intimista y natural.
— César Muela
Todd Terje: It's Album Time
Parece extraño pensar que luego de todo éste tiempo aun sea difícil para un artista electrónico hacer un álbum, sin embargo es innumerable la cantidad de artistas que lo han intentado y fallado en su intento. Las razones son muchas; como que más de 40 minutos del mismo beat y "sonido" son mucho para cualquiera (hasta en un DJ set) o que la narrativa o concepto de un álbum se complica cuándo se tiene que contar con 12 piezas de música instrumental para bailar. Ahí que los artistas electrónicos se ven obligados a aventurarse en otros géneros, en artistas y voces invitadas o en tratar de elaborar un concepto que pueda sostener el peso del álbum completo. Existen pocos ejemplos tan claros como "Album Time de Todd Terje (se pronuncia "Terie" no "Tersh"… y el nombre hace referencia al maestro Todd Terry) aunque debo decir que en varias ocasiones me recordó a "Sacrebleu" de Dimitri From Paris.
Sin comprometer su origen como artista electrónico "Album Time" es 90% instrumental (excepto por el maravilloso cover de Robert Palmer a Johnny and Mary con la voz de Brian Ferry) y de manera estricta se le puede seguir considerando como un álbum para bailar. Pero al menos yo lo encontré perfecto para dos actividades donde mi atención podía permanecer en la música al mismo tiempo que manejaba un auto o al correr haciendo ejercicio, situaciones donde las eternas evoluciones de una secuencia se convierten en el soundtrack perfecto.
Album Time es un disco que efectivamente cumple con las dos misiones básicas de la música invitarnos a mover el cuerpo y hacernos viajar al escucharla.
— Erich Martino
Menciones honoríficas, de álbumes que nos gustaron mucho, pero no entraron en el top 10 (todos y cada uno de ellos valen mucho la pena escucharlos):
- Future Islands: Singles
- Spoon: They Want my Soul
- Andy Stott: Faith in Strangers
- Flying Lotus: You're Dead
- Swans: To be Kind
- Owen Pallett: In Conflict
- The Black Keys: Turn Blue
- Jack White: Lazaretto
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