Tras la Reforma Energética anunciada con bombo y platillo en México, se han abierto las puertas para el uso del fracking en México a gran escala. ¿Esta decisión política está realmente sustentada de forma científica?
Todo está listo en materia legislativa para que en México se practique la fractura hidráulica o fracking luego de aprobada la Reforma Energética que entre otras cosas contempla el uso de esta técnica para explotar los recursos.
Cabe señalar que el uso de esta técnica no es nueva en el territorio mexicano, ya que se realiza al menos en 20 pozos, sin embargo con estas nuevas legislaciones se hace posible que empresas privadas la utilicen para la extracción de gas no convencional del subsuelo. A pesar de que en Estados Unidos, país que usa a gran escala esta técnica, se han encontrado testimonios, estudios y protestas a lo largo de su territorio que manifiestan las consecuencias del fracking, los legisladores en México siguieron adelante con estas reformas.
Al menos en 20 pozos ya se realiza la técnica de fracking en México
Con esto recordé lo que comenta Carl Sagan en su libro El Mundo y sus Demonios, cuando habla de la importancia de los políticos con formación científica: "las consecuencias del analfabetismo científico son mucho más peligrosas en nuestra época que en cualquier otra anterior".
Podemos recordar qué es el fracking, Pablo Bejerano lo explica mejor y a partir de esto entender que se trata de una técnica que vale la pena ser revisada a fondo, escuchar a los expertos, a los científicos e incluso promover alternativas. ¿Pero qué sucede cuando los legisladores responden a todo menos a un bien común? Y estoy hablando de un bien común no sólo para México o los territorios dónde se daría lugar la extracción mediante el fracking, sino un bien común como seres humanos, un bien común global porque tales son los impactos. Sagan sigue:
Es peligroso y temerario que el ciudadano medio mantenga su ignorancia sobre el calentamiento global, la reducción del ozono, la contaminación del aire (...). ¿Cómo podemos incidir en la política nacional -incluso tomar decisiones inteligentes en nuestras propias vidas- si no podemos captar los temas subyacentes?
Es importante en verdad que nos involucremos en la toma de decisiones, en ser conscientes de a quien damos nuestro voto de confianza y el uso que le da en las Cámaras, en el caso de diputados y senadores. ¿A quién benefician en realidad sus decisiones al legislar, a un puñado de empresarios, a una minoría, a ellos mismos en futuras etapas de su carrera política o a los ciudadanos que los pusimos ahí? Sagan dice:
Pero no nos podemos limitar a concluir que la ciencia pone demasiado poder en manos de tecnólogos moralmente débiles o políticos corruptos enloquecidos por el poder y decidir, en consecuencia, prescindir de ella. (...) La espada de la ciencia es de doble filo. Su temible poder ns impone a todos, incluidos los polítios, pero desde luego especialmente a los científicos, una nueva responsabilidad: más atención a las consecuencias a largo plazo de la tecnología, una persepectiva global y transgeneracional y un incentivo para evitar las llamadas fáciles al nacionalismo y el chauvinismo. El coste de los errores empieza a ser demasiado alto.
"El coste de los errores empieza a ser demasiado alto"
Lo repito porque es necesario que lo tengamos muy en cuenta, las decisiones que hoy se toman se afecta el futuro de forma irremediable. Algo que no logro comprender es como la mayoría de los legisladores mexicanos (supongo que en muchos países) han pasado de largo ante las advertencias de instituciones especializadas y expertos sobre el fracking.
Informes como el de Greepeace , iniciativas como las de la Alianza Mexicana contra el Fracking, opiniones de especialistas que aseguran que México no está listo para el fracking y que señala sus altos costes ambientales, han sido una y otra vez ignorados, pasados de largo. Ahora bien, tampoco los políticos han emitido una explicación a consciencia sobre el tema que explique el por qué de sus motivos para votar a favor, en el caso de quienes lo hicieron. Un informe de corte científico que avale su decisión, no una explicación retórica y pomposa que alude al avance tecnológico en México.
El uso del fracking en el norte del país está previsto y anunciado, sin embargo no se ha dado a conocer como tomaron en cuenta lo que se les ha pedido que expliquen, como de dónde provendrá el agua que usarán para la extracción de gas y que dicho sea de paso se llegan a usar hasta 29 millones de litros. Tampoco qué se piensa a hacer con el agua residual o cómo se hará monitoreo de las zonas y poblaciones aledañas a las plantas de extracción para analizar el impacto, ¿o es que no se hará nada de esto?
Políticos con formación científica
Es importante que los ciudadanos dejemos el analfabetismo científico, la apatía a los temas políticos y sentirnos ajenos a las consecuencias de iniciativas que hoy se autoricen. Pero más importante es que los políticos (y sonaré utópica) lograran conectarse con el bien común, global y no a intereses de poder. Que se capacitaran intensamente para tomar decisiones acertadas con bases científicas, mediante observaciones controladas, analizadas y no por favores personales o bienes económicos inmediatos solo para unos cuantos.
Carl Sagan también señala en el mismo libro que en Estados Unidos, para finales del siglo XX sólo el uno por cieno de los políticos tiene antecedentes científicos significativos, ¿cuál será la cifra en México? La importancia de la formación científica radica en la toma de conciencia de las decisiones que impacten, como el caso del fracking a los ciudadanos y la comunidad global. Así de grande es la responsabilidad cuando se sabe y me queda claro que muchos prefieren no saber.
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